domingo, 9 de agosto de 2009

ANALISIS DEL TEMA


La educación ambiental debe jugar un papel importante como catalizador del desarrollo hacia la sustentabilidad, desarrollando valores que promuevan la conservación y el sabio uso de recursos naturales a la vez que se construye una sociedad donde la distribución de estos recursos y el impacto de las actividades productivas sea más equitativa.



Para caminar hacia esa dirección es necesario educar sobre la necesidad de la reevaluación constante de metas y objetivos del desarrollo como proceso integral.



Sin embargo, no se puede perder de perspectiva que no será la tecnología y/o soluciones tecnológicas las que resolverán los problemas de degradación ambiental que abundan en las sociedades modernas.
Teniendo esto en mente no podemos pensar en la educación ambiental como una actividad libre de valores basada en la racionalidad científica con función puramente instrumental. Esta se acerca más a una actividad que cumple la función de formar valores que puedan llevar a una reforma social y cultural.



El poder legislativo es otra de la piezas básicas en la consecución de un desarrollo sustentable integral, impulsando cambios en las leyes para asegurar un marco normativo que regule las actividades productivas.



Las siguientes podrían ser acciónes a impulsar:









  • Diseñar y dar a conocer campañas informativas y de concientización sobre el fenomeno del cambio climático, sus causas y consecuencias, así como de las formas en que todos podemos cooperar para disminuir sus efectos.






  • Promover el desarrollo sustentable con proyectos productivos agropecuarios con uso de poca tecnologia, utilizando mano de obra intensiva, a fin de fomentar el empleo y la producción no contaminante aprovechando la cultura laboral de las comunidades campesínas e indígenas, caso concreto el de la práctica de la agricultura orgánica.






  • Desarrollar e implementar fuentes alternas generadoras de energía limpia, como la industria eólica, la cuál es utilizada para producir electricidad a partir de la fuerza del viento, o extender el uso de la energía solar.

sábado, 8 de agosto de 2009

OBJETIVOS




















De acuerdo con el Programa UNESCO "Educating for a Sustainable Future" (educando para un futuro sustentable).


Existen cuatro dimensiones de la sustentabilidad:




  • social


  • ecológica


  • económica


  • política.





Cada una de ellas trae aparejado un principio esencial, la sustentabilidad social se vincula con los valores, principios de la paz y la equidad; la ecológica con la conservación; la sustentabilidad económica con el desarrollo adecuado y la política con la democracia.






Esto implica que una sociedad sustentable será aquella en la cual:
- La gente se preocupa por los demás y valora la justicia social y la paz. - Se protegen los sistemas naturales y se utilizan los recursos sabiamente. - Se valora el desarrollo adecuado y la necesidad de las necesidades básicas para todos. - Toman sus decisiones por medios justos y democráticos.










Los límites para el desarrollo no son absolutos, sino que vienen impuestos por el nivel tecnológico y de organización social, su impacto sobre los recursos del medio ambiente y la capacidad de la biosfera para absorber los efectos de la actividad humana.





Es posible mejorar tanto la tecnología como la organización social para abrir paso a una nueva era de crecimiento económico sensible a las necesidades ambientales.





Las líneas de acción de la Educación Ambiental son muy diversas:


Se asume que deben propiciar estrategias preventivas y reorientar patrones de consumo, así como promover la corresponsabilidad y la participación social. En estos procesos se propone la formación de individuos que puedan modificar sus sistemas de valores y que a su vez se inserten en un esquema social de relaciones más solidarias, cooperativas, autónomas y equitativas (este es un buen momento para distinguir la equidad en términos de reconocimiento de relaciones de desigualdad que deben promover un trato diferenciado de estos desiguales). La tolerancia, la pluralidad y el compromiso social son algunos de los valores esenciales que se deberían promover.


La idea de que el desarrollo debe ser sustentable implica el reconocer que los recursos naturales por su naturaleza son limitados y por lo tanto imponen un límite en las actividades socioeconómicas. Por consiguiente, el concepto se extiende ideológicamente a las relaciones culturales y sociales en los procesos de desarrollo. Puede ser definido como un proceso de cambio que responde a las metas universales de cambio social apropiado, saludable y que puede ser mantenido indefinidamente sin degradar irreversiblemente la capacidad productiva de la naturaleza y su habilidad para mantener la población de un lugar.


Entonces uno de los principales elementos del paradigma es la igualdad intergeneracional. El trabajo y educación hacia lograr esta igualdad requiere la reestructuración de las instituciones y el rediseño de los mecanismos por los que la sociedad se apropia de la naturaleza.

La idea de que el desarrollo pueda ser sustentable ha sido descrita por algunos como una aparente contradicción (Redclift 1987, Pearce 1988, Simon 1989, Shearman 1990). Los modelos desarrollistas de la época industrial presentan el desarrollo como un resultado lógico del crecimiento económico. ¿Cómo puede entonces haber desarrollo si no se cuenta con una fuente inagotable de recursos y se maximiza su uso para acelerar el crecimiento económico? Esta percepción producto de los paradigmas predominantes durante los últimos dos siglos de desarrollo industrial, aparece como uno de los principales elementos de análisis en la educación ambiental, el conflicto económico-ecológico que integra en la ecuación la necesidad de valorar los servicios que la naturaleza ofrece y ponerlos en balanza contra los beneficios que ofrece en crecimiento económico.

Entonces como marco educativo, el desarrollo sustentable señala la necesidad de entender y analizar la naturaleza conflictiva y paradójica del discurso desarrollista sobre la necesidad del progreso como única forma de mejorar la calidad de vida. Por lo tanto, se tienen que identificar y analizar las relaciones entre las formas de producción y consumo y los recursos y a través del proceso educativo redefinir y reformular valores sociales, actitudes y metas de desarrollo.

PROBLEMATICA


El exceso de consumo por parte de los seres humanos amenaza la sustentabilidad de nuestras comunidades y el medio ambiente, genera contaminación y causa pérdidas a la biodiversidad del planeta.
El problema es retador desde muchos puntos de vista ya que implica una serie de cambios esenciales en las formas tradicionales de desarrollo. En efecto, se requieren transformaciones conceptuales, metodológicas y de valores para internalizar los retos asociados a una transición hacia el desarrollo sostenible. Asimismo, se necesitan formas más democráticas en el ejercicio del poder y mayores posibilidades de participación social.
Es imprescindible, por otro lado, una sociedad con mayor cultura ambiental que sea capaz de asumir los costos (en términos de hábitos de consumo y uso de la energía) implícitos en el tránsito hacia el desarrollo sostenible. Una estrategia privilegiada es la Educación, en todas sus derivaciones tanto formales como no formales.

la Educación Ambiental se concibe como una dimensión que debe integrarse en las propuestas educativas dirigidas a la sociedad.